TITULO: PosibilidadesAUTORA: Sunnie
PERSONAJES: Kangin, Yesung, SuJu H
FANDOM: KangSung (?)
GENERO: PWP, slash
DISCLAIMER: Super Junior NO me pretenece
N/A: Fanfic amorfo a peticion del publico(?)
Porque mi Sunnie es bella y escribe amorfosidades que solo ella puede hacer, capta al personaje y lo plasma tal como es, y crea un FF con drama y sin trama que me provoca sensaciones encontradas cada vez que le leo, por esas y muchas otras razones era obvio que tenia que subir este fic aca! Iba a poner su av del LJ pero... prefiero poner una av de acuerdo al fic, ademas ella me hace los graficos xD
amorsh.. lo ame! es tan tu xD y OMG es largo...
Read mOre...
El sonido de la televisión escuchándose a lo lejos y el propio barullo causante de su respiración rebotaban en su cabeza una y otra vez, hastiándole. Hace algunas horas habían llegado a ese lujoso hotel cortesía del manager y del estúpido clima que se había empeñado en retrasar una de sus presentaciones. No es que no estuviera acostumbrado a que sucesos de ese tipo ocurrieran si no que lo que le hastiaba era esa maldita sensación de tranquilidad que le rodeaba.
Y no era para menos, si hace apenas treinta minutos LeeTeuk y Eunhyuk habían salido de la habitación para averiguar cuándo podían regresar al departamento, mientras que SungMin y Shindong se habían perdido por ahí buscando un poco de alimento.
Las horas pasaban, lentas, demasiado lentas, o por lo menos eso era lo que indicaba aquel reloj ubicado en una de las cuidadosamente decoradas paredes, dos en punto y parecía que el tiempo no había corrido desde la última vez que le hecho una ojeada.
Había comenzado a llover, de hecho desde antes de que llegaran, el cielo ya dejaba caer pequeñas y cristalinas gotas de lluvia, redondos cuerpos de agua que se impactaban constantemente contra aquel enorme cristal, deslizándose traviesas por el mismo, como si compitiesen una tras otra cayendo verticalmente.
Y fue cuando lo notó, cuando se dio cuenta que estaba ahí y no había reparado en su presencia. Quizás a unos dos metros o más - si es que el cálculo no le fallaba- se encontraba su hyung, aquel hombre al que siempre consideró extraño – y no es que su opinión para con él hubiese cambiado- y que de alguna u otra manera, lograba captar su atención sin que hiciese algo interesante, precisamente como en esos momentos.
Yesung estaba sentado en una de las sillas de aquella pequeña sala de estar. Observando como las gotas de lluvia aporreaban los cristales del gran ventanal que tenía enfrente, en sus manos una taza humeante con contenido color oscuro, dejaría de llamarse Kim Youngwoon pues apostaba lo que fuese a que era café aquel caliente líquido.
Dejando sus suposiciones de lado ¿Desde hace cuánto tiempo estaba ahí? Y es que esa era una pregunta difícil de responder, si Kangin no hubiera volteado, podría jurar que estaba solo en aquella estancia pues su hyung no había emitido sonido alguno. Se mantenía en silencio, observando la lluvia caer o tal vez observaba la mancha en la cortina, aquel pedazo de tela con una decoloración casi imperceptible pero, tratándose de Yesung hyung cualquier cosa era posible, quizás hasta pudiese estar dormido.
Realmente existían muchas posibles opciones, cada una con un lapso de tiempo indefinido y eso significaba diferentes posibles respuestas “Hyung es un hombre de posibilidades”.
-Hyung… - Susurró inconscientemente, molesto, harto de aquel silencio que existía entre ambos, desesperado. Tenía que hablarle.
-¿Sucede algo?- Fue la respuesta o más bien, interrogante del mayor, por lo menos ahora desechaba la idea de que su hyung estaba dormido
“Una posibilidad menos”
- Yo… - Comenzó a hablar y se topó con que realmente no tenía nada que decirle, se impactó abruptamente con aquel muro de piedra que rodeaba a Yesung, pues no tenía razón alguna para seguir con la conversación que él mismo había iniciado
-Puedes sentirlo ¿verdad? – La voz acompasada de Yesung inundó el lugar, y Kangin comprendió el porque a Kim Jongwoon le habían puesto Yesung.
“El arte hecho voz”.
El sonido que emitía el televisor, las gotas de lluvia, el segundero del reloj, todo pareció volverse mudo a oídos del menor, quien salió de su ensoñación solo cuando se dio cuenta de que no sabía a que se refería Yesung
- ¿Qué cosa?- Tal vez Yesung sabía el efecto que causaba su voz en las personas, o quizás se refería a otra cosa con eso de “sentir”. De nuevo, las posibilidades eran grandes cuando se hablaba con su hyung
-El abismo que nos separa en estos instantes… - Murmuró el mayor aún sosteniendo su taza.
Abismo.
Kangin había deducido que aquella incomodidad, aquel silencio era como una pared de piedra, pero abismo estaba mejor empleado.
“Una pared puede ser traspasada, pero ¿Como cruzas un abismo?”
- Sí – Contestó tras divagar en sus comparaciones, centrando la vista en su Hyung.
- ¿Hace cuánto que no hablamos? - El mayor no le miraba, seguía observando la lluvia, sin embargo, su tono de voz le indicaba que le prestaba atención y que deseaba continuar con ese intento de conversación
- Hablamos todos los días hyung…- No, mentía. Quizás no tuvieran una gran comunicación, pero Kangin recordaba saludarle todos los días, pedirle el control remoto cuando éste estaba más cerca de su Hyung que de él, preguntarle si se tardaría mucho usando el baño o si había un buen programa en la Tv.
- Me refiero a, ¿Desde hace cuanto soy demasiado interesante como para que hables sin intereses de por medio…? – Respondió el otro aún sin mirarle. Cada palabra emitida de sus labios fue como una aguja enterrándose en su piel, dolió y fue extraño para el. Desde su punto de vista su hyung era extrañamente interesante.
- No te hablo solo por interés Hyung - Respondió sinceramente, aunque analizando las cosas -y el contexto de sus pasadas conversaciones con Yesung- tal vez sí había algo de interés en sus palabras.
- Youngwoon, ¿para qué me llamaste hace unos instantes? – Al parecer Yesung comenzaba a hartarse de ese intento fallido de conversación
- Quería romper el silencio - En realidad no era esa la razón, simplemente tuvo el impulso de hablar. Kangin siempre había sido impulsivo, estaba en su naturaleza
- La televisión rompe el silencio en estos instantes dongsaeng… - El mayor dio un sorbo al contenido de su taza, y por su forma de hablar, Kangin dedujo que su hyung ya no le prestaría atención.
El sonido del televisor, que anunciaba una oferta en los detergentes que supuestamente quitaban las manchas de manera impecable, le recordó a Kangin, por una fracción de segundos a Leeteuk, y lo encantado que estaría de comprar uno -o varios- para que su ropa blanca permaneciera impecable, pero la silueta que curiosamente se veía lejana a el, le alejaba todo tipo de pensamiento ajenos al entorno.
Entonces KangIn comprendió que no era la voz de Kim Jongwoon la que le transmitía aquel torbellino de sentimientos que le recorrían el cuerpo, sino la presencia o aura que poseía su hyung. Nunca había tenido la oportunidad de percibir ese detalle, quizás porque era demasiado escandaloso, muy despistado, quizás porque Jungsoo hyung le pedía que lo acompañara a todas partes o tal vez estaba tan cansado que se quedaba dormido en el departamento.
-¿Cuándo fue que Jungsoo empezó a salir con Eunhyuk?- Otra vez esa voz opacando todo, silenciando lo que les rodeaba.
La pregunta le tomó desprevenido
- Solo fueron a ver… no recuerdo que… –Respondió vacilante, no era como si Leeteuk lo cambiara por el mono ¿o si?
- Normalmente te habría pedido a ti que lo acompañaras - Palabras que podían cortar el aire en esos momentos salían imparables de su boca, ajenas o tal vez no tanto, a lo que provocaban. ¿Qué pretendía Yesung? el mayor sabía que tentándolo no conseguiría nada bueno “a menos que su idea de conversación satisfactoria incluya algún golpe de por medio”
- No le veo problema, no es como si Leeteuk hyung y yo nos estemos distanciando – Contestó muy seguro de sí mismo, aunque en el fondo se había dado cuenta de que Jungsoo ya no era tan cercano a él.
En ese corto lapso de tiempo pudo notar que la personalidad de Yesung era algo ¿impredecible? De un momento a otro hablaba y hacía tonterías y segundos después se convertía en… bueno, en lo que tenía a su derecha Kangin.
“Esta vez no se termina aquí” pensó el menor; le tocaba el orgullo que su hyung dejara de hablar así como comenzaba a hacerlo, de la nada.
Lentamente y tratando de no hacer ruido –pensamiento ridículo considerando que el televisor seguía encendido y a un volumen notablemente alto-. Kangin se levantó del sofá y caminó lentamente en dirección a Yesung, sintiendo como a cada paso que daba, una sensación de inestabilidad crecía y entraba a una dimensión en donde solo existían él y su hyung. Una sensación tan real como los latidos de su corazón, que en esos momentos, lejos de incrementarse, parecían ir disminuyendo, apaciguándose lentamente.
- Youngwoon… - Habló Yesung y al instante el menor detuvo todo movimiento.
- ¿Sucede algo? - Preguntó repitiendo lo que minutos antes había dicho el mayor.
- Ámame… - Murmuró Yesung mientras, por primera vez, dirigía su mirada hacia su dongsaeng.
Simple.
Una sola palabra que le dejó sin aliento. Kangin sabía que Kim Jongwoon era una persona que le daba muchas posibilidades, pero, dentro de todas las que él contemplaba, esa palabra jamás figuro en la lista
-¿Cómo? - La pregunta salió inconscientemente de su boca, tanto que se sintió idiota al preguntar. ¿Quién sabe…? Tal vez había escuchado mal.
-Ámame – Repitió Yesung, sin apartar su mirada.
“Cabe la posibilidad” – Se dijo a si mismo antes de debatirse o no en reanudar su marcha.
Pero definitivamente Kangin no era un hombre de posibilidades, algo en la mirada de su hyung le llamaba, le hacía querer complacerle.
¿Cómo amarle? La única idea que venía a su mente no era exactamente pulcra, ¡pero que importaba!
El tiempo y todo un mundo de posibilidades se fue abajo cuando involuntariamente acortó la distancia entre ambos, colocándose justo detrás del mayor mientras acercaba sus labios a su oído.
-Yesung ah…
- Young...Youngwoon… - Suspiró Yesung al sentir los labios del menor besando su nuca y jugar con el lóbulo de su oreja
Si antes Kangin estaba seguro de que la voz de su hyung era especial, escucharle decir su nombre en esas circunstancias le despojaba de todo el posible raciocinio que pudiera parar lo que habían comenzado.
Sentir como su piel quemaba y las prendas iban cayendo una tras otra mientras avanzaban hacia una de las camas, la voz de Yesung susurrando su nombre cada que acariciaba un nuevo punto de aquella piel expuesta. La desesperación con la que besaba sus labios y la necesidad de tenerle cerca, era una sensación placentera que jamás había experimentado.
El tiempo deteniéndose cuando admiraba sus facciones, que ahora se le antojaban tan distintas, -Tal vez el leve sonrojo en las mejillas de Yesung era el causante de tan interesante perspectiva- a la vez que se acomodaba entre sus piernas.
Kim Youngwoon movía sus caderas, al tiempo que los susurros de su hyung aumentaban su volumen, convirtiéndose en sonoros gemidos que pedían por mas, y Kangin pensó en lo vulgar que sonarían si provinieran de alguien mas, pero siendo de Yesung no eran mas que una sublime melodía llenando la habitación.
“Su voz es perfecta incluso cuando no canta”
De pronto, aquella corriente eléctrica bajando por su columna vertebral se hizo presente, miles de emociones apuntando hacia un solo lugar y el placer llego plasmándose, haciéndose presente a través de aquel liquido blanquecino ahogando sus sentidos, empapando sus pieles.
El sonido del éxtasis penetró su cuerpo tensándolo unos instantes solo para desvanecerse luego de unos segundos.
Un golpe seco
Y Kangin se levantó aturdidamente del suelo, mirando todo a su alrededor.
El televisor emitiendo un programa acerca de lo importante que era mantener una buena figura, el reloj marcando apenas las dos treinta y tres, la lluvia golpeando con fiera quietud las ventanas y a su derecha… Kim Jongwoon, sentado en la pequeña sala, observando perdigadamente como las gotas de lluvia se deslizaban por el pulcro cristal, en sus manos una taza, quizás ese contenido humeante era café.
¿Cuántas posibilidades había de que todo lo que vivió fuera real?
Ninguna…
Kim Youngwoon no era un hombre de posibilidades.
OMG! porque yo me paro y te aplaudo cada vez que leo uno de tus FF *lapateapornoescribirtanseguido*
